El Fiscal General de Pedro Sánchez.

Esta semana marca un punto de inflexión en la trayectoria de Álvaro García Ortiz como Fiscal General del Estado. En un contexto de crecientes cuestionamientos sobre la independencia de la Fiscalía en España y su presunta subordinación a los intereses del Gobierno de Pedro Sánchez, el Fiscal General se ha sentadoesta misma mañana ante el juez como investigado. 

La Fiscalía General del Estado, según el Estatuto de la Unión Europea, debe actuar con independencia para garantizar el equilibrio de poderes en los Estados miembros. Sin embargo, en España, la estructura jerárquica de la Fiscalía ha permitido que esta institución se alinee con los intereses del Gobierno socialista liderado por Pedro Sánchez. Este contexto ha llevado a diversas críticas que apuntan a una clara falta de autonomía en sus actuaciones. 

En este escenario, resulta inevitable recordar los incidentes relacionados con el borrado de información relevante que han salpicado a la Fiscalía durante el mandato de García Ortiz. Estos episodios no solo cuestionan la transparencia del organismo, sino que también refuerzan la percepción de que el Fiscal General del Estado está actuando bajo las órdenes directas de Pedro Sánchez. El Fiscal General de Pedro Sánchez.

Es crucial subrayar que la Fiscalía General del Estado no es un cargo cualquiera; representa una institución fundamental para la garantía del Estado de derecho. Cuando se percibe que está al servicio de un partido político, en este caso el PSOE, se mina la confianza de la ciudadanía en la imparcialidad de la justicia. Además, en un país donde la estructura jerárquica de la Fiscalía permite que las órdenes del Fiscal General se transmitan de forma vertical, el impacto de esta alineación con el Gobierno es aún más preocupante.

La figura de Pedro Sánchez también está en el foco de las críticas. Calificado por algunos como “el trilero de la Moncloa”, Sánchez ha demostrado una habilidad para maniobrar en el ámbito político, aunque muchas veces con estrategias cuestionables. La cercanía entre Sánchez y García Ortiz refuerza la percepción de que el actual Fiscal General no es más que una pieza en el tablero del Gobierno.

La Fiscalía no puede ser un apéndice del Ejecutivo, y el futuro de Álvaro García Ortiz será una prueba determinante de si España está dispuesta a garantizar la autonomía de sus instituciones frente a los intereses partidistas.

Dijo recientemente Ortiz que que la asociación que pide anular su nombramiento como FGE solo intenta "socavar" al Gobierno. El propio Fiscal General del Estado lo confirmaba, es el Fiscal General de Pedro Sánchez.

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