Una ley para silenciarnos a todos

El PSOE tiene miedo. Sánchez tiene miedo. Hace pocos días nos hemos enterado del registro de una proposición de ley orgánica que supone una intervención de la Justicia sin precedentes, en un contexto de avance en los juzgados de los casos de corrupción que afectan al Capo. 

Y sí, su objetivo es que la ley, si sale adelante, afecte a los casos en curso. Sí, al caso Begoña, al caso Hermano y al caso Fiscal General. 

Basándose en un relato mentiroso de lawfare y judicialización de la política, y una supuesta autodefensa de los poderes democráticos, dice  el PSOE que se han generalizado situaciones de acoso contra determinados colectivos usando las instituciones judiciales. 

David Sánchez, hermano de Pedro Sánchez, declarando en el juzgado

Pero la realidad es otra:

No nos engañan. buscan acabar con la acusación popular para que, por ejemplo, Hazte Oír, sea expulsada de las causas y no se puedan perseguir hasta el final sus mentiras y su corrupción. Pretenden impedir la admisión de querellas basadas en informaciones publicadas por la prensa cuando la clave está en la información, no de dónde viene. Esto es un claro ataque al periodismo de investigación, por ejemplo. Quieren recusar a los jueces que no les bailan el agua. Y, para colmo (y con la sóla voluntad de hacer daño), meten con calzador la supresión del delito de ofensas contra los sentimientos religiosos.

Pero hay más. Recientemente ya se explicó en este blog que se avecina otra propuesta con un fin: quitar la instrucción de las causas penales a los jueces y dársela a los fiscales, teniendo al titular de la Fiscalía General del Estado (“¿De quién depende?”) procesado por un presunto delito de revelación de secretos.

Si hasta las cuatro asociaciones judiciales de España, incluso Juezas y Jueces por la Democracia, han mostrado sus reparos sobre la propuesta del PSOE, es porque las tropelías de la Famiglia y la Rosa Nostra ya no cuentan con ningún apoyo.

Pedro Sánchez explicando en RTVE de quién depende la fiscalía.

Sus socios de gobierno, aprovechándose de la situación, quieren dar un paso más allá y barrer todas las apariencias de lo que es, sin duda, una reforma inconstitucional. Pablo Iglesias califica la propuesta de poco ambiciosa, y Junts busca que Puigdemont se libre de la prisión gracias a esta Ley de Impunidad. Textos alternativos y enmiendas a la totalidad se suceden mientras Sánchez agoniza. Un Sánchez histérico por el papel de las acusaciones populares en los juicios, entre las que se encuentra Hazte Oír. ¿Qué le da tanto miedo al presidente como para sacar adelante una ley de este tipo? 

A pesar de estas intentonas, Hazte Oír ya ha comunicado que va a reforzar todas las acciones y va a defender la figura de la acusación popular. 

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